Identidad

¿Qué creemos?

Todas las congregaciones, miembros del consistorio, y miembros de la iglesia son guiados y siguen la Biblia, la Palabra única e infalible de Dios. Tenemos tres confesiones: las tres formas de la Unidad de la Fe, que son documentos basados en la Biblia, los cuales son:

_ La confesión Belga
_ El catecismo de Heidelberg
_ Los cánones de Dort

Estas tres formas de unidad expresan lo que nosotros, con base en las Sagradas Escrituras, creemos. Brevemente, nos enseña que Dios ha creado al hombre bueno y según Su imagen (Gen. 1:26, 27), pero que el hombre intencionadamente desobedeció y dio la espalda a Dios (Gen 3:6, 17), y se ha hecho a si mismo enemigo de Dios y a Su salvación (Rom. 8:7).

Creemos que, a través de la desobediencia de Adán, el pecado original se extiende a todo ser humano (Rom 5:12), así que nuestra naturaleza es corrupta (Rom 3:10). El hombre ha llegado a ser incapaz de volver a Dios, ni quiere volver a Dios. Sin embargo, según Su soberanía y decreto eterno, ha elegido a algunos a la redención en Cristo (Rom 9:15, 16), de pura gracia, lejos del fundamento de sus obras (Efes 2:8 – 10), mientras Él deja a otros en su corrupción en la que se han puesto.

Debido al hecho de que el hombre es muerto en pecado, solo es por el poder de Dios que un pecador es irresistiblemente llamado a un verdadero arrepentimiento, y a una nueva vida (Rom 8:28, 30). Dios obra una verdadera fe en el corazón de Sus elegidos por Su Palabra y Espíritu, por lo cual libremente imputa la perfecta satisfacción, justicia, y santidad de Cristo, sin merito alguno de parte de ellos (Rom 3:28). Solo es la gracia libre y soberana meritada por Jesucristo, y aplicada por el Espíritu Santo que puede librarnos del pecado, del castigo, y restáuranos a la comunión con Dios.

La predicación

El orden del culto tiene una reverencia profunda por Dios y Su Iglesia. Lectura bíblica, oraciones, cantar Salterios y ofrendas voluntarias ocupan los primeros 20 minutos de un culto, mientras el énfasis central es la predicación de la Palabra de Dios, y ese enfoque lo guardamos con mucho cuidado.

El Dios trino, y específicamente Cristo, es el centro de cada mensaje. La predicación es “Así ha dicho Jehová”. Con mucho cuidado los predicadores llevan un mensaje de equilibrio; la justicia de Dios y Su amor. No escuchará de amor divino, sin justicia divina. La predicación distingue entre la verdadera obra de Dios, y la religión falsa. La predicación también indica las marcas de la verdadera vida espiritual, según la inspirada Palabra de Dios (2 Tim 3:16).

Nuestras iglesias están lejos de ser iglesias perfectas, ni tampoco declaramos que somos la única iglesia. Sin embargo, esperamos y oramos que podamos ser una iglesia que no se desvíen bíblicamente, doctrinalmente, experimentalmente, ni prácticamente de la verdad.

Esperamos que la Palabra de Dios sea proclamada, la disciplina aplicada, y los sacramentos administrados como fueron instituidos por Cristo mismo.

“Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre”

S. Juan 20:31